1. Tiempo de respuesta al lead
¿Por qué importa? Porque los primeros minutos son clave. Si respondés rápido, duplicás tus chances de cerrar.
¿Cómo mejorar?
Automatizá el primer mensaje.
Definí responsables por etapa.
Usá etiquetas como “prioridad alta” para actuar antes.
2. Tasa de calificación de contactos
¿Por qué importa? Porque no todos los leads son oportunidades. Calificar te permite separar el ruido del negocio real.
¿Qué revisar?
Sugerencia: armá una pequeña guía de preguntas clave según tu producto o servicio. Podés integrarlas al CRM o WhatsApp.
3. Duración del ciclo de ventas
¿Por qué importa? Porque cuanto más corto el ciclo, más eficiente tu proceso.
Ejemplo práctico: si tus ventas cierran en promedio en 30 días, pero algunas demoran 60, revisá qué sucede en esas negociaciones largas: ¿falta seguimiento?, ¿faltó una propuesta clara?
Consejo: Agendá alertas automáticas para no dejar pasar más de 3 días sin contacto con un prospecto activo.
4. Conversión por etapa del embudo
¿Por qué importa? Porque te permite ver dónde se te caen los clientes.
Mirá esto:
100 contactos entran.
40 pasan a interesados.
20 reciben propuesta.
5 compran.
La caída está entre interés y propuesta. Entonces, ahí está el foco de mejora.
Acción sugerida: Revisá el contenido de tu propuesta o la forma en que hacés el traspaso de una etapa a otra. Quizás falta claridad o valor.
5. Seguimiento postventa y recompra
¿Por qué importa? Porque un cliente feliz vuelve o te recomienda.
¿Qué medir?
Tácticas útiles:
🧠 ¿Por dónde empezar?
No hace falta hacerlo todo junto. Elegí una o dos métricas que hoy no estés midiendo y comenzá a prestar atención. Incluso con un Excel, podés empezar. Lo importante es instalar el hábito de revisar, entender y ajustar.
🙌 Cierre
Medir es el primer paso para vender mejor. Pero no alcanza con ver números: hay que interpretar y tomar decisiones. Eso es vender asesorando.
¿Vos ya estás midiendo alguna de estas métricas? ¿Cuál te gustaría incorporar?